El consumo de óxido nitroso se ha generalizado en los últimos años, sobre todo entre los jóvenes. Pero no está exento de riesgos para la salud. Investigadores del Hospital Universitario de Lille trabajan para ofrecer una mejor atención a los pacientes que han sido víctimas del óxido nitroso.
Problemas psiquiátricos, parálisis permanente, pinchazos... El consumo de gas de la risa -óxido nitroso- no está exento de riesgos para la salud. Sin embargo, en los últimos años, el consumo de este gas, secuestrado por sus efectos euforizantes, se ha disparado entre los jóvenes, que lo utilizan como droga de fiesta.
Graves consecuencias para la salud
Consumir gas de la risa puede hacerte reír, pero también llorar... El óxido nitroso puede tener graves efectos sobre tu salud.
Riesgos inmediatos en la primera utilización: asfixia por falta de oxígeno, pérdida de conocimiento, quemaduras frías por el gas expulsado del cartucho, pérdida del reflejo tusígeno (riesgo de falsa vía), desorientación, mareo, riesgo de caída.
Riesgos asociados al uso crónico o a dosis elevadas: dado que el gas actúa sobre el sistema nervioso central, su uso repetido a intervalos cortos puede provocar efectos secundarios como dolores de cabeza y mareos, así como efectos más graves como daños neurológicos, trastornos del ritmo cardiaco, riesgo de asfixia y trastornos psiquiátricos...
Entrevistada por France 3, Emeline Gernez, interna de biología médica en el Hospital Universitario de Lille, describe los efectos nocivos."Los síntomas neurológicos son variados: hormigueos, dificultades para caminar, parálisis con pacientes en silla de ruedas... También tenemos pacientes que sufren trombosis o derrames cerebrales, por ejemplo". Y no olvidemos las consecuencias para el corazón y el sistema psiquiátrico, así como los accidentes de tráfico indirectos que puede provocar.
Dos estudios recientes, realizados en Francia y el Reino Unido, analizaron casos de efectos secundarios graves derivados del uso recreativo del óxido nitroso y confirmaron este hallazgo. Según el número de agosto de 2024 de Prescrire, "se han notificado varios centenares de casos de mieloneuropatía, incluidos trastornos de la marcha y de los esfínteres. También se han observado trastornos psicológicos, cardíacos y hematológicos".
Los investigadores intentan identificar marcadores biológicos de gravedad clínica
En un intento de mejorar la atención a los pacientes, investigadores del Hospital Universitario de Lille trabajan para identificar las moléculas responsables de estos efectos en la salud de los consumidores de gas hilarante. Tomando muestras de sangre, los investigadores intentan identificar marcadores biológicos.
Esto se debe a que la molécula no puede medirse directamente en la sangre, como ocurre, por ejemplo, con el cannabis. "La vida media del óxido nitroso es tan corta que no podemos medir la molécula directamente; tenemos que utilizar marcadores indirectos, que además son menos fiables", informa el doctor Guillaume Grzych, jefe de la red de óxido nitroso del Hospital Universitario de Lille. Sin embargo, sus investigaciones parecen estar dando fruto.
"Observamos un aumento de los marcadores sanguíneos en los pacientes con mayor gravedad clínica", añade Emeline Gernez, cuyo trabajo ha sido premiado en Estados Unidos. "Los resultados de este trabajo pueden servir para adaptar el protocolo de tratamiento, sobre todo en términos de imagen médica".
Una red nacional creada en Lille
Ante esta lacra creciente y el aumento de las cantidades inhaladas por el consumo de bombonas de gas (equivalentes a cartuchos de 300 unidades), los médicos de Lille han creado una red nacional de formación sobre este tema, a la que se puede acceder en www.protoside.com. "El sitio, creado por nuestro grupo de médicos, se dirige tanto al público en general como a los profesionales sanitarios", añade Guillaume Grzych. "El objetivo es sensibilizar sobre los peligros del óxido nitroso, formar a los profesionales sanitarios sobre el tema, informar a los pacientes, etc.".
Según Gérald Kierzek, médico de urgencias y director médico de Doctissimo , "no se trata en absoluto de un producto recreativo, hilarante y sin consecuencias graves". El médico señala que "las secuelas de su uso son a veces permanentes, con auténticas parálisis por ejemplo".
En su opinión, es esencial prohibir su uso, pero también informar a los jóvenes y a los padres sobre los riesgos. "Por último, es vital desarrollar la investigación sobre los mecanismos implicados, ante esta nueva e infravalorada lacra de salud pública", concluye.